TRABAJANDO EN DERECHOS.

     La idea de crear los derechos del niño, surgió en el Siglo XIX, pero no fue hasta bien entrado el Siglo XX cuando se hicieron las primeras declaraciones, como la Declaración de Ginebra  de 1924 redactada por Eglantyne Jell fundadora de la Organización de Naciones.

     Fueron las Naciones Unidas las que aprobaron en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, incluía los derechos del niño.

     A partir del año 1979, con ocasión del año Internacional del Niño, fue cuando se comenzó a discutir una nueva declaración de derechos del niño que finalizó en 1989, con la firma en la ONU de la Convención sobre los Derechos del Niño.

     De entre todos los derechos, desde la escuela, fundamentalmente, trabajamos el Derecho a la Educación.

     Es obligación de la escuela y de los poderes públicos, en particular, garantizar este derecho, aun en situaciones económicas difíciles.

     ¿Qué podemos hacer los adultos para salvaguardar estos derechos?

     Exigir a las autoridades, por cauces democráticos, que cumplan con su obligación y que destinen recursos económicos suficientes para hacer efectivo este derecho.

     Los educadores, en particular, estamos obligados a que los derechos de la infancia, formen parte de la programación escolar y a ser modelos de conducta para respetar la dignidad e integridad de la infancia.                                               
                                                  
                                                   Convención sobre los derechos de los niños.

     Por ello, este año, con motivo de la celebración, el domingo 20 de noviembre, de los Derechos del Niño. El Colegio Fernando Martín ha preparado unas jornadas en la escuela que podríamos llamar “ Escuela Solidaria”.

     Se trata de hacer unas jornadas, en el mes de noviembre, de concienciación y explicación de cómo están los derechos de los niños en el mundo. Y en el mes de diciembre, hacia el 21 ó 22, montar un mercadillo solidario, en el centro, con objetos aportados por los propios niños. La venta de estos objetos nos servirá para ayudar a la ONG “Educación sin fronteras” en aquellos proyectos que tengan en marcha.

     Esperamos la colaboración generosa de madres y padres y de toda la Comunidad Educativa en general.

            Un saludo.